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HÁBITOS PERJUDICIALES PARA LA SALUD.

Los hábitos perjudiciales para la salud incluyen generalmente el uso de drogas, la adicción al tabaco o al alcohol y la obesidad.

¿Qué tiene que ver la Torá con un asunto tan mundano se preguntarán la mayoría de las personas?

Pues bien, la Tora, con su mensaje eterno y universal tiene, por supuesto, su opinión sobre este tema, como sobre todos los asuntos restantes de nuestra vida diaria.

Para remontarnos, solamente, a una época relativamente cercana, recordemos que el RAMBAM aconsejaba en su MISHNÉ TORÁ (Hiljot De’ot), que uno «tiene que evitar cualquier cosa que pueda resultar perjudicial para su bienestar, debiendo esforzarse en realizar aquellas actividades que permitan mantenernos en buena salud».

¿Puede deducirse de esto que fumar, drogarse o emborracharse consituyen transgresiones a la Halajá?

En cuanto a las drogras la respuesta es clara: todos los comentadores, desde el RAMBAM pasando por el NODÁ’ be YEHOUDÁ , hasta los más actuales como el Rav Schlomo Zalman Auerbach (zt’l) opinan que la ingestión de drogas, narcoticos…, constituyen una grave violación de la Halajá (salvo que se indique su uso para un problema médico específico ).

En cuanto a la obesidad, merece destacarse que el RAMBAM incluso dedicó un tratado a los hábitos alimenticios, y a los efectos nocivos del sobrepeso: evitar la glotoneria, no comer hasta la saciedad, no llenar su estómago en exceso alejan al hombre, según el genial Maimonides, de la enfermedad.

El tabaco, constituyó y sigue constituyendo un problema de índole social, económica ademas de poseer una variante estrictamente médica.

Los decisionarios halájicos, aún reconociendo los efectos nocivos del tabaco (quien escribe estas lineas es fumador empedernido de puros), se muestran dividos sobre la oportunidad de sanccionar el uso del tabaco con una prohibición halájica. Baste con buscar los textos de Sheelot u Tshuvot (responsa rabinicas) de R.Moshe Feinstein o del R.Auerbach para darse cuenta de lo delicado del tema. Hace escasas semanas, el Rav Ovadia Yossef declaraba que el fumar equivale a una transgresión halájica grave, puesto que atenta gravemente contra la salud del usuario, al igual que lo hizo en su tiempo el Tzitz Eliezer. Este último autor extiende la prohibición del tabaco hasta limites insospechados: resulta prohibido el uso público del tabaco por el efecto nocivo que puede tener sobre las personas que rodean al fumador. Incluso, la persona que, D.no lo permita, contrae una enfermedad, causada por el uso indiscriminado del tabaco , viéndose impedida de estudiar Torá o de cumplir algunas Mitsvot, no tiene el mismo din de PATOUR que puedan tener personas que se encuentran exentas de ciertos preceptos de la Torá, por circunstancias ajenas a la voluntad del paciente.

Y finalmente una recomendacion del RAMBAM: «He aquí un gran principio de higiene: mientras una persona haga ejercicio fisico frecuente y se esfuerze en su trabajo, estará libre de enfermedades. Pero si uno lleva una vida sedentaria , la falta de ejercicio físico le conducirá a una existencia llena de dolores, sufrimientos y debilidades físicas».

M. H.